Martes 16 de febrero (Felicidades Luis!) Miércoles 17 Jueves 18 (Felicidades mamá!! Acaba la campañaaa)
El martes era el cumpleaños de Luis. No hicimos nada para celebrarlo. El día anterior, le pedí prestado el móvil a Luis y puse una alarma para las 6am en la que decía: FELICIDADES LUIS! Tirma. Así que aunque se me olvidó felicitarlo a primera hora, ya estaba felicitado.
Este día no hice nada de nada de nada. El calor pudo conmigo y me pasé el día tumbada a la sombra. Sólo me levanté lo necesario para comer y para regar y fertilizar mis tomates. Ah, bueno, por la mañana los medí, conté las bajas (ay) y les puse hormonas polinizadoras para que den fruto.
Ya el miércoles, lo único productivo que hice, fue bajar al pueblo, creo. De nuevo, ya ni me acuerdo. Como tampoco creo que sucediese nada de vital importancia (juas, como si algo de lo que pasase aquí fuese de vital importancia), me da un poco igual.
Creo que fue el miércoles cuando empezaron a quitar las tejas de la cocina para cambiar las varas de bambú sobre las que estaban puestas. Hubo que mover toda la cocina al otro lado, por una vez, había mucha luz en la cocina, era de agradecer y todo.
Entre las tejas, salía mucha porquería. Entre la porquería se escondían muchos bichos. Y uno de ellos fue un alacrán bastante grande que, cómo no, se apresuraron a enseñarme. Les dije que o dejaran en paz y me fui, pero al cabo del rato me arrepentí y les dije que me lo diesen. Lo iba a adoptar como mascota.
Busqué un tarro de cristal grande y fui donde estaban. Ya lo habían soltado hacía un rato, sin aguijón, pero lo vieron correteando de nuevo por ahí, lo atraparon y lo metimos en el bote. Lo hemos llamado Yun, porque no sabemos si es macho o hembra y ese nombre suena muy neutro. Aunque ahora, al escribirlo, me da la sensación de que así se llamaba un chico de la serie manga La familia crece. Pero como los chicos en esa serie tenían cara de chica... Pues es lo mismo.
Al principio, lo tenía con la tapa medio abierta, pero en cuanto le empecé a meter comida, hubo que cerrarla un poco, porque aunque el alacrán es incapaz de trepar por las paredes de vidrio, no pasa lo mismo con las arañas, grillos, saltamontes... Que le puse de alimento. Encima tienen que estar vivos para que los cace.
Ya tengo una ocupación más. Además, no es una mascota que se muera de hambre ni nada así. No hay que ponerle agua, aguanta muchos días sin comida... Es un chollo de bicho. Lo único es que no se deja acariciar. O al menos, no pienso intentarlo.
El jueves, era el cumpleaños de mamá. No la pude felicitar porque los muy pendones de mis padres estaban en Cuba. Del 17 al 25, que vengan aquí, se pasearán por allá a cumplir uno de sus sueños.
Acabó la campaña electoral. Eso significaba más que nada, que los malditos anuncios dejarían de interrumpir cada dos por tres en la televisión y que en las noticias dejarían de reportar todos los mítines de Tony Saca (el candidato de ARENA). Ahora por lo menos cambiarían los anuncios por algún otro. Tristemente, no todos los anuncios habían sido suprimidos y aún había alguno que sin nombrar explícitamente ningún partido, ponía a caldo al FMLN. Se ve que lograban burlar al TSE (tribunal supremo electoral) de una forma u otra.
Llegaron por el CEDEFAR unos clientes/amigos de Luis que estaban más interesados en conocerme y hablar conmigo que en hacer la venta de sorgo. O al menos parece que les hacía más ilusión. Yo creo que Luis les dice: Pasaros por la finca y lo hablamos. Además así conocéis a la española que trabaja allí. Y seguro que hasta me hace buena publicidad y todo. Me utiliza para atraer clientes y para que vuelvan de nuevo. Seguro que les hace falsas promesas. Estoy exagerando un poco, jejeje.
Por la tarde llegó Adonay, no me trajo la carta de la oficina, buaaaa. Casi me enfado con él, pero no sabía que era para mí. Llegó con la radio que había instalado en el jeep a toda leche, aunque los CDs quemados (como dicen aquí) se saltaban cada x tiempo. Nos dedicó una canción a cada uno y en realidad no sé qué más vino a hacer. Ah, sí, a llevar a Luis a no sé dónde. Lo que más me fastidió, es que se fue a las 22.30 y a esas horas puso la radio a toda leche y me despertó.
Les tomé unas cuantas fotos a los tomates, arranqué unos cuantos cadáveres más y me di cuenta de que los 10 días que van a estar sin mí, lo van a pasar mal. Ya nadie los mimará como yo lo hago , sniff.
Este día no hice nada de nada de nada. El calor pudo conmigo y me pasé el día tumbada a la sombra. Sólo me levanté lo necesario para comer y para regar y fertilizar mis tomates. Ah, bueno, por la mañana los medí, conté las bajas (ay) y les puse hormonas polinizadoras para que den fruto.
Ya el miércoles, lo único productivo que hice, fue bajar al pueblo, creo. De nuevo, ya ni me acuerdo. Como tampoco creo que sucediese nada de vital importancia (juas, como si algo de lo que pasase aquí fuese de vital importancia), me da un poco igual.
Creo que fue el miércoles cuando empezaron a quitar las tejas de la cocina para cambiar las varas de bambú sobre las que estaban puestas. Hubo que mover toda la cocina al otro lado, por una vez, había mucha luz en la cocina, era de agradecer y todo.
Entre las tejas, salía mucha porquería. Entre la porquería se escondían muchos bichos. Y uno de ellos fue un alacrán bastante grande que, cómo no, se apresuraron a enseñarme. Les dije que o dejaran en paz y me fui, pero al cabo del rato me arrepentí y les dije que me lo diesen. Lo iba a adoptar como mascota.
Busqué un tarro de cristal grande y fui donde estaban. Ya lo habían soltado hacía un rato, sin aguijón, pero lo vieron correteando de nuevo por ahí, lo atraparon y lo metimos en el bote. Lo hemos llamado Yun, porque no sabemos si es macho o hembra y ese nombre suena muy neutro. Aunque ahora, al escribirlo, me da la sensación de que así se llamaba un chico de la serie manga La familia crece. Pero como los chicos en esa serie tenían cara de chica... Pues es lo mismo.
Al principio, lo tenía con la tapa medio abierta, pero en cuanto le empecé a meter comida, hubo que cerrarla un poco, porque aunque el alacrán es incapaz de trepar por las paredes de vidrio, no pasa lo mismo con las arañas, grillos, saltamontes... Que le puse de alimento. Encima tienen que estar vivos para que los cace.
Ya tengo una ocupación más. Además, no es una mascota que se muera de hambre ni nada así. No hay que ponerle agua, aguanta muchos días sin comida... Es un chollo de bicho. Lo único es que no se deja acariciar. O al menos, no pienso intentarlo.
El jueves, era el cumpleaños de mamá. No la pude felicitar porque los muy pendones de mis padres estaban en Cuba. Del 17 al 25, que vengan aquí, se pasearán por allá a cumplir uno de sus sueños.
Acabó la campaña electoral. Eso significaba más que nada, que los malditos anuncios dejarían de interrumpir cada dos por tres en la televisión y que en las noticias dejarían de reportar todos los mítines de Tony Saca (el candidato de ARENA). Ahora por lo menos cambiarían los anuncios por algún otro. Tristemente, no todos los anuncios habían sido suprimidos y aún había alguno que sin nombrar explícitamente ningún partido, ponía a caldo al FMLN. Se ve que lograban burlar al TSE (tribunal supremo electoral) de una forma u otra.
Llegaron por el CEDEFAR unos clientes/amigos de Luis que estaban más interesados en conocerme y hablar conmigo que en hacer la venta de sorgo. O al menos parece que les hacía más ilusión. Yo creo que Luis les dice: Pasaros por la finca y lo hablamos. Además así conocéis a la española que trabaja allí. Y seguro que hasta me hace buena publicidad y todo. Me utiliza para atraer clientes y para que vuelvan de nuevo. Seguro que les hace falsas promesas. Estoy exagerando un poco, jejeje.
Por la tarde llegó Adonay, no me trajo la carta de la oficina, buaaaa. Casi me enfado con él, pero no sabía que era para mí. Llegó con la radio que había instalado en el jeep a toda leche, aunque los CDs quemados (como dicen aquí) se saltaban cada x tiempo. Nos dedicó una canción a cada uno y en realidad no sé qué más vino a hacer. Ah, sí, a llevar a Luis a no sé dónde. Lo que más me fastidió, es que se fue a las 22.30 y a esas horas puso la radio a toda leche y me despertó.
Les tomé unas cuantas fotos a los tomates, arranqué unos cuantos cadáveres más y me di cuenta de que los 10 días que van a estar sin mí, lo van a pasar mal. Ya nadie los mimará como yo lo hago , sniff.
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