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Desde El Salvador

Sábado 28 de febrero y domingo 29 de febrero. Descanso y más descanso.

Vagueé mucho por la mañana del sábado. La verdad, sólo fui a MetroCentro, chateé y luego fui a ver “Capitán de mar y tierra” (Master and Commander, que no sé cuál es el título en España) al cine. Mi idea inicial era ver “El viaje de Chihiro”, pero si quería participar en la porra de los Óscar, tenía que ver alguna más que El señor... y Mystic River. Y sí, fui al cine sola. De verdad que no se pasa vergüenza ni es algo deplorable. Además, de esa película no había mucho que comentar con nadie, y en caso de que me hubiese visto necesitada de alguien para comentarla, no dudéis que habría abordado al primer salvadoreño desprevenido y me hubiese puesto a charlar con él/ella.
El domingo perdí el día miserablemente por esperar a Érika. Me había dicho que volvería en la mañana e iríamos al Parque Cuscatlán a ver el monumento a los desaparecidos en la guerra. Pero llegó a las 3 de la tarde y fuimos directamente al chat. Así que ni fui al centro a pasear, ni fui al parque.
Después de chatear, quedamos con Hada Iris en MetroCentro y con dos amigos de Érika para ir a tomar algo por ahí. Hada llegó antes y nos contó que hacía 3 semanas que no veía a su novio (Pabel, o como se escriba) y que necesitaba distraerse y hacer otras cosas, por eso estaba deseando salir con nosotras.
Llegaron los dos amigos, traían coche y decidimos ir a los Planes de Renderos, a comer pupusas. Ya estuve en otra ocasión en los Planes, es un lugar “turístico” pero más que nada para la gente de El Salvador, que los fines de semana van en familia a comer pupusas a alguno de los tropecientos restaurantes que hay allí. También es donde está el mirador de San Salvador.
Subimos hasta allá y por el camino (no recuerdo los nombres de los chicos) el copiloto me interrogó acerca de España. Me caía bastante bien hasta que hizo un comentario que fue algo así como: “Pues por una vez Érika no me ha mentido, me dijo que sus dos amigas eran guapas”. Ya debiera estar acostumbrada a ésa y cosas peores, pero entre los de carpintería y que el tipo este me resultó pelín repulsivo... Pues no me sentó bien. Pero pensé que me vengaría aceptando la inevitable invitación a la cena que nos propondrían. Y así fue. Yo pedí además de las pupusas, un licuado de fresa natural y unas papas fritas. Y pagaron ellos aunque nosotras protestamos.
Ya ni recuerdo de qué cosas hablamos durante la cena, pero ocurrió un incidente bastante impactante. Sin darnos ni cuenta, apareció Pabel en nuestra mesa a saludarnos. Decía que había visto a Érika ir al baño. Resulta que estaba a cosa de dos mesas atrás. Increíble. Mi primera reacción fue pensar que Érika había apañado aquello para que se reencontrasen y miré a Hada con cara de extrañeza. La pobre tenía una carita... Pero luego me di cuenta de que el arreglo era imposible, porque habíamos decidido sobre la marcha ir a los Planes, y si habíamos elegido aquella pupusería en particular era porque había aparcamiento, y había muchísimas mesas ocupadas y fuimos precisamente a la única que estaba libre. Vamos, que aquello no podía estar amañado. Pero qué puta casualidad. Nos quedamos las tres bastante impactadas y los otros dos no se enteraban de qué pasaba ni se lo quisimos explicar.
Después nos entró un sueño terrible y ya nos llevaron a nuestras casas. Se empeñaron en que en Semana Santa vayamos a San Miguel, donde viven, para el “carnavalito” y las lunadas (fiestas en la playa bajo la luz de la luna). Estaría divertido, pero no sé si la compañía sería del todo de mi agrado. Aunque con Érika y Hada seguro que lo paso bien.

1 comentario

Nacho -

Querida Tirma
Bueno, no se muy bien como funciona esto, asi que solo queria mandarte un fuerte abrazo desde Finlandia!!!