Miércoles 11 de febrero. Día vacío
Poco que decir. Claudia se fue por la mañana, se ve que se aburría y que esto no iba con ella y se fue un día antes de lo previsto. Si es que no sabe buscarle el encanto a la paz y tranquilidad de este lugar.
Yo escribí carta, diario e hice el ganso de diversas formas, además de poner silicona en las cubetas de riego y de dar un par de riegos más a mis tomates, que los que tenían menos raíz se están marchitando.
Lucía me había ofrecido ir con ella a San Antón, unas tres horas de camino, para ir a buscar a las otras muchachas que iban a venir. Pero yo tenía que escribir todo esto y vigilar mis tomates, así que no pudo ser. La verdad, no me apetecía mucho.
Por la mañana, Lucía le quitó los puntos a Óscar. Trató de no gritar ni llorar porque estábamos todos atentos, pero decía Lucía que con la enfermera era mucho más quejica y no paraba de gritar. Ahora camina un poco menos "deforme" pero se ve que le va a quedar una buena cicatriz. No había visto los puntos, pero vamos, como si cosiesen un saco de arpillera, madre mía qué cordel usaron y vaya puntadas más grandes.
Yo escribí carta, diario e hice el ganso de diversas formas, además de poner silicona en las cubetas de riego y de dar un par de riegos más a mis tomates, que los que tenían menos raíz se están marchitando.
Lucía me había ofrecido ir con ella a San Antón, unas tres horas de camino, para ir a buscar a las otras muchachas que iban a venir. Pero yo tenía que escribir todo esto y vigilar mis tomates, así que no pudo ser. La verdad, no me apetecía mucho.
Por la mañana, Lucía le quitó los puntos a Óscar. Trató de no gritar ni llorar porque estábamos todos atentos, pero decía Lucía que con la enfermera era mucho más quejica y no paraba de gritar. Ahora camina un poco menos "deforme" pero se ve que le va a quedar una buena cicatriz. No había visto los puntos, pero vamos, como si cosiesen un saco de arpillera, madre mía qué cordel usaron y vaya puntadas más grandes.
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