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Desde El Salvador

Domingo 18 de enero. Se fue la luz.

Me despertaron a martillazos. Literalmente, pero al menos no me los daban a mí. El Colocho tenía que colgar un cuadro y Érika se empeñó en que lo hiciese a las 9am para que yo me despertase de una vez. Y vaya odisea con el cuadro... Dejó la pared hecha un asco. Además, allí las paredes o son de adobe (y entonces no intentes clavar nada que tiras la casa) o son de bloques de cemento (bastante más difícil de perforar que un ladrillito de los nuestros). En la ciudad son de bloques para que no se vayan derrumbando en cada temporada de lluvias. ¡Unos agujeros! Con una mierda de clavito abría unos boquetes de aquí te espero.
Érika estaba muerta del asco porque no había luz y decían que no volvería hasta las 3 de la tarde. Para Érika un domingo sin luz es como unos frijoles sin tortilla. El domingo es el día de tirarse a ver la tele, pues ponen películas una detrás de otra y si no, hay muñequitos (dibujos animados).
El Colocho fue a buscar a su hermana a la estación de buses. Empieza el curso escolar y ella comienza la universidad aquí en la capital. Como Carlos no es lo más rápido del mundo para prepararse y salir de casa, la pobre hermana tuvo que esperar bastante tiempo con todas sus cosas en la estación. Y menos mal que estábamos Érika y yo para recordarle que tenía una hermana a la que debía recoger, que si no, se queda allí por siempre.
Pasamos la mañana charlando en el patio trasero, donde Alicia tiene instalada una especie de tienda. Con las papayas que le trae Alfredo del CEDEFAR, las naranjas que le trae de Opico y los tomates y pimientos que le trae Alexander de Santa Marta, ha montado su puestecillo de venta. Por allí pasan señoras a comprarle y así ella se entretiene chambreando. Muchas veces pasan señoras vendiendo otras cosas. Éstas van de casa en casa con grandes cestas sobre su cabeza en las que llevan de todo: desde ropa a pasteles que preparan ellas, pasando por juguetes en la época de Navidad.
Después de comer (ya pensábamos que no conseguiríamos tortillas, pues el molino de maíz funciona con electricidad) nos echamos una siestecita y planeamos ir a un ciber por la tarde, yo tenía que mandar un montón de fotos a mi profesor y que Pablo viese mi corte de pelo con la webcam.
Al ciber fuimos los 4, Érika, Carlos, su hermana (ya no recuerdo cómo se llama) y yo. A mi me tuvieron un buen rato esperando hasta que me pusieron en un pc con cámara. Pero al final lo logré y me vieron Pablo y toda su familia. Exceptuando a Pablo-papá que me calficó de "preso carcelario", obtuve un aprobado general por mi corte.
Yo me quedé mucho más rato que el resto. Ni lograba mandar las malditas fotos ni me podía despegar de Pablo. Pero éste tenía que estudiar y por aquí ya anochecía y no era recomendable que me fuese a oscuras de allí. No sabía si Érika se había largado o qué. Resulta que estaba esperando fuera leyendo un libro, porque en el ciber hacía demasiado frío (el aire acondicionado estaba a toda leche).
Con Érika, fuimos andando por el centro. Yo tenía que comprar alguna chorrada en el supermercado. Ya de paso, fuimos mirando precios de material escolar, que Érika tenía que comprarle a Óscar (Óscar trabaja en el CEDEFAR sólo por la comida, así que también le pagan los libros y esas cosas). Miramos también precios de hamacas, qué burrada, seguro que en algún otro sitio las encuentro más baratitas.
Fuimos a encargar comida al "Pollo Campero", el KFC de El Salvador, que está por Guatemala y hasta tienen algún restaurante en Washington DC. La verdad es que está rico el pollo allí. Es comida basura, lo sé, pero a mí eso nunca me ha importado, jejeje.
Al llegar a casa, casi las 20h, no había vuelto todavía la luz. Ya nos perdíamos CSI. Volvió a y veinte y malditos sean los de la maldita cadena de televisión que pusieron el capítulo número uno. Lo había visto hacía 12 días, de memoria me lo sabía casi. Dejamos de verlo cuando me dijeron que tal vez el próximo fin de semana podría irme a Guatemala y que llamase a Cecile por si ella quería también.
Yupiii, me voy a Guatemala. A Esquipulas en peregrinación a ver al Cristo Negro. La excursión es de gente del barrio o de la parroquia, a saber. El caso es que va Alicia, su hermana, su prima, mi novio Gerardo y sus padres... Y Cecile, Jerome y yo. El domingo creo que se va a un centro turístico. Aquí se entiende por eso un lugar con piscinas y naturaleza...

1 comentario

Roderico Morales -

Solo una aclaracion, Pollo Campero es una empresa guatemalteca que esta en El Salvador, no salvadoreña que esta en Guatemala.