Blogia
Desde El Salvador

Domingo 2 de febrero. Mercado negro y Centro de parálisis cerebral.

Por la mañana esperé (delante de la tele, qué aburrido) a que Alfredo regresase de hacer unos recados para que me llevase al mercado negro. El caso es que allí podrían arreglarme el móvil o proporcionarme algún otro que me sirva... a bajo precio y calientes. Efectivamente, Alfredo me decía que allí podía encontrar lo que fuese con tal de saber a quién preguntar. Pero sólo había que ver los puestos de la gente, con un montón de móviles amontonados, descacharrados en piezas, usados, con el número de teléfono escrito en una cinta de pintor y pegado en la parte trasera... No sé qué hacen con todo eso cuando llega la policía. Supongo que hacen mucho la vista gorda en general y sólo cuando hay algún tema gordo meten la nariz por allí. El lugar está lleno de pasadizos que se forman porque los puestos están muy juntos y la chapa que hace de techo no deja pasar la luz. Mola.
Después de comer, fuimos Alfredo, Alicia y Gloria (la prima de Alicia) al centro de parálisis cerebral. Esta semana habían comprado la madera para hacer las cajas de hidroponía. No sé si lo he contado, pero estas navidades entre mis primos (y sus parejas) hicimos una especie de "colecta" para alguna ONG. Yo les convencí de que fuese para este centro, que yo ya conozco y para qué lo necesitaban. Ya expliqué el caso: no reciben ninguna ayuda del gobierno, procuran autofinanciarse con las tarjetas y pasteles que hacen los niños; tienen un huertecito en el que FUCRIDES ha ayudado mucho pero que se está desmoronando porque las cajas que tienen ya ni se sostienen; necesitaban ayuda económica para renovarlas y ahí fue a para el dinero.
Al llegar, ví que ya estaban haciendo las cajas. Eran un poco más grandes de la cuenta, pero estaban quedando muy firmes. Nos enseñó el huerto a todos y nos vendió unos cuantos guineos (plátanos) y cilantro. Este huerto lo usan para producir lechuga, tomate, zanahorias... Para su propio consumo, cuando sobra, lo venden.
Tuve un terrible accidente con la cámara del departamento: al sacar un cuaderno de la mochila, cayó ésta. Estaba metida en su funda y todo, pero fue con tan mala suerte que cayó sobre el botón de disparo y esté se rompió. Todavía hace fotos, pero sólo se puede encender y apagar, no se puede poner en modo manual ni reproducción. Ais madre.

0 comentarios