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Desde El Salvador

Lunes 24 de noviembre. Oficina de FUCRIDES y CEDEFAR.

Por la mañana fuimos a la oficina a trabajar un poquejo. Pusimos al día las actividades del CEDEFAR y quedamos en que para el jueves vendrían y yo me volvería con ellos a SanSal, para poder el viernes ordenar la biblioteca y el finde ayudar con el invernadero del hogar de parálisis cerebral.
A la hora de comer, fuimos a celebrar el cumple de Ceci, una de las secretarias. Fuimos al "Pollo Campero" una cadena de pollo frito que en este país derrota al KFC por mucho. Y son de aquí. Me hizo gracia el que Telepizza está en sus locales. Y el pollo... Bien rico, pero el de Chepe estuvo mejor. Eso sí, las papas fritas mejores que las mías, jeje.
Teníamos (Luis y yo) que salir a las 14 pm para enganchar el último pick up hacia el CEDEFAR. Se enredó con facturas y salimos a las 14.30. Claro, al final no lo logramos, aunque pasó otro después que nos subió. Y no tuve suerte tampoco con la peli. Una de vampiros. Y con lo que odio yo las sanguijuelas, salían muchas.
El conductor del bus desde Sonsonate no colaboró mucho a que llegasemos a tiempo. El tipo ponía punto muerto en las bajaditas, y luego le costaba horrores meter una marcha. Sonaba fatal aquello, e iba lento. Un tipo se subió a vender vitaminas que parecían el remedio para todos los males. Como en las pelis del oeste el típico señor con maletín que cuenta historias maravillosas acerca de su producto. Igualico.
Los estudiantes del CEDEFAR habían llegado ya. Estaban segando y recogiendo la soja a machetazo limpio. Me invitaron a unirme, pero decliné la oferta respetuosamente.
Esa noche estuvimos contando chistes y adivinanzas. Me siento el centro de atención cuando nos reunimos unos cuantos en una mesa. Y ya hasta el más chico me sacó los colores esa noche. Hablábamos de un anuncio de unas galletas que se llaman "boquitas" y que va de un tipo que parece que está diciendo a una mujer "ais, que boquita más linda, me la voy a comer" cuando al final, agarra la galleta y la mujer se queda con un palmo de narices. Le dieron a elegir a Chepe entre la galleta y la mujer y eligió la galleta, y yo pregunté si es que la mujer era fea. Me dijeron que no, que era bien bonita. Y salta Chilolo (el más pequeño) casi tan bonita como Tirma, verdad? Joer, no aprenden rápido estos ni nada.
Encima me he enterado del chisme que corre por el pueblo sobre mí. Resulta que cuando Mario vino, preguntaron a Eliseo (Eliseo dice que los chicos "se interesan por mí") que quién era ese. Mario es alto, con pelo largo y rizado y barba. Eliseo, por tomarles el pelo les dijo que era el de Maná. -¡¡¡¿Síii?!!! -Claro que sí. -¿Y qué hace aquí? -Viene a ver a Tirma. Así que piensan que estoy liada con el de Maná. Encima el otro día me vieron en el bus y preguntaron a Eliseo que dónde iba y él les daba coba con que me iba a ver al de Maná. Y yo sin saber todo esto, ayer me paseaba con la pañoleta hortera en el pelo "Maná en concierto"... Lo que me he podido reír cuando me lo ha contado.

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